¿Cómo se ablanda el algodón encerado?
Remoja la tela en sal. La sal actúa como un suavizante natural para el algodón encerado. Puedes seguir estos pasos:
Llena el fregadero (o un recipiente) con agua y añade sal.
Es recomendable usar agua tibia, para que esté agradablemente caliente.
Sumerge la tela elegida en el agua salada tibia y déjala reposar durante unos 20 minutos.
Este proceso ayuda a que el tejido encerado se vuelva más flexible y manejable.
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